Por
eso es que mucha gente vive añorando los tiempos de Trujillo. Había desayuno escolar con pan de agua,
fresco, de buen tamaño. Queso Patrón de Oro, de buen sabor y
consistencia. Galletas crocantes y chocolate con leche embotellado
llamado Trópico, que a ningún niño le provocaba diarrea ni le daba una
cirimba, como ahora.
La
Industrial Lechera, con su leche pasteurizada y homogenizada y la
Chocolatera, se regían por normas de calidad a nivel mundial.
No como ahora, que los suplidores de alimentos para estudiantes, son unos verdaderos "asesinos estomacales".
Es a cada momento que hay una emergencia con decenas de niños intoxicados debido a los comestibles que les sirven.
Los suplidores de algunos pueblos, deberían estar presos.
Gente
sin criterio, sin capacidad ni escrúpulos, a los cuales por un
populismo barato los convierten en suplidores del desayuno escolar y del
almuerzo de las escuelas en muchos pueblos.
fuente: merengala.blogspot.com